Al enfrentarnos a un problema y querer resolverlo, hemos de entender las situaciones que lo rodean primero para poder identificar la mejor solución.
Pero… ¿Cómo encontramos la mejor alternativa para resolver el problema que nos afecta?
La creatividad es un factor decisivo a la hora de resolver problemas. El Modelo de Pensamiento Productivo de Hurson nos proporciona una metodología que nos ayuda a mejorar la comprensión de los problemas, aplicando el pensamiento crítico y la creatividad en cada fase de la resolución de los mismos.
Este modelo se presentó en el libro ‘Piense Mejor’ de Tim Hurson (2007).
La ventaja de este modelo respecto a otros, como Simplex o PDCA es que éste fomenta la creatividad y el pensamiento crítico en cada fase del proceso, por lo que el problema queda mejor definido y es más fácil encontrar soluciones potenciales.
Los seis pasos
El modelo de Hurson nos invita a solucionar los problemas a través de un marco estructurado en seis pasos, dónde los tres primeros se formulan como preguntas:
- 1. ¿Qué está ocurriendo?
- 2. ¿Cuál es nuestra definición de ‘éxito’?
- 3. ¿Cuál es, realmente, la pregunta?
- 4. Generando respuestas.
- 5. Construyendo la solución.
- 6. Alineando los recursos.
Veamos cada paso por separado y en detalle:
1. ¿Qué está ocurriendo?
Ésta suele ser la parte más complicada del proceso ya que, a veces, no es fácil saber qué es lo que está ocurriendo en realidad ni llegar a una buena comprensión del problema al que nos enfrentamos.
En esta fase nos apoyaremos en cuatro preguntas que nos ayudarán a definir el problema y sus consecuencias.
¿Cuál es el problema?
Para poder definir, desde el primer momento, el problema y las dificultades (o soluciones, si ya las tenemos) a los que nos enfrentamos podemos valernos de herramientas como la Brainstorming (también llamada Tormenta o Lluvia de Ideas). El objetivo de la misma es la de poder contestar a las siguientes preguntas:
- . ¿Qué nos impide trabajar efectivamente?
- . ¿Qué es posible mejorar? ¿Cómo podemos hacerlo?
- . ¿Qué dificultades, retos y tareas tenemos por delante?
- . ¿Qué motivaciones podemos encontrar para abrazar el cambio?
- . ¿Qué es lo que no está bien? ¿De qué se quejan nuestros clientes/usuarios?
Aunque la situación ideal para realizar una Brainstorming es el seno de un equipo, también podemos utilizar la herramienta de forma individual para incentivar nuestra propia creatividad.
Incluso teniendo claro cuál es el problema y pese a que no estén bien definidas o no tengan una justificación clara, listaremos todas las ideas. Lo importante en esta fase no es la calidad si no la cantidad de ideas que puedan generarse.
Dividiremos todas estas ideas en grupos que nos permitan identificar los problemas más importantes, mediante el Diagrama de Afinidad o, si las respuestas no fueran tan obvias, con el Diagrama de Pareto o la del Análisis por Comparación de Pares.
Debemos centrarnos primero sobre estos problemas; aunque valoraremos, en paralelo, resolver problemas menos relevantes, pero mucho más rápidos de resolver. Esto nos proporciona una sensación de avance y alivio, especialmente si la solución del problema es a largo plazo.
¿Qué impacto tiene el problema?
Para poder medir el impacto del problema en todas las partes implicadas (clientes, competidores, proveedores, empleados, etc.), confeccionaremos un listado de las mismas y veremos cómo el problema afecta (positiva o negativamente) a cada una de ellas individualmente o como grupo.
Buscamos las respuestas a las siguientes preguntas:
- . ¿Quién se beneficia de la solución del problema? ¿Quién no?
- . ¿A quién afecta el problema de forma directa y a quién indirectamente?
- . ¿Qué les preocupa exactamente? ¿Qué hace que ese problema sea importante para ellos?
Si vemos que necesitamos algo de perspectiva para ser más efectivos en responder estas cuestiones, podemos utilizar el Rolestorming. Esta técnica nos permite mirar el mismo problema desde distintos puntos de vista.
¿De qué información disponemos?
Primero debemos determinar si el problema realmente existe, para ello nos basaremos en datos, no en rumores, y haremos las siguientes preguntas:
- . ¿Qué sabemos?
- . ¿Es toda esta información fiable?
- . ¿Se ha intentado ya solucionar el problema en el pasado?
- . Si así fue…¿ Qué ocurrió entonces y qué podemos aprender de esa experiencia?
- . ¿Qué información podemos recopilar? ¿A qué/quién vamos a recurrir para conseguirla?
Como apoyo a esta tarea podemos utilizar el Análisis Causa-Efecto o de Ishikawa, el Diagrama de Relaciones o la herramienta de los 5 ¿Por Qué?
Sólo el determinar la causa raíz de los problemas puede llevarnos a solucionar el problema de una manera efectiva y permanente.
¿Cuál es nuestra visión?
Hurson lo llama ‘Futuro Objetivo’ y es la definición de cómo queremos que sea el futuro, una vez que el problema se haya resuelto.
Describiremos tantos ‘Futuros Objetivos’ cómo sea posible, utilizando alguna de las herramientas que ya hemos mencionado en este artículo, y nos concentraremos en lo que realmente es importante y alcanzable.
Para ayudarnos en esta tarea podemos utilizar principios de frase cómo… ‘ojalá…’, ‘si pudiéramos…’ o ‘sería genial que…’. Este sencillo truco nos hace pensar en cómo queremos que sea el futuro, por lo que nos proporciona la visión necesaria para resolver el problema.
2. ¿Cuál es nuestra definición de ‘éxito’?
En este paso trabajaremos con los ‘Futuros Objetivos’ y definiremos qué es ‘éxito’ para nosotros, es decir, la situación final que consideramos como ideal tras implementar las soluciones elegidas.
Para definirla completamente disponemos del acrónimo inglés ‘DRIVE’:
- . Values (Valores) : ¿Qué valores ha de respetar nuestra solución?
- . Do (Hacer) : ¿Qué queremos que nuestra solución nos permita hacer?
- . Essential Outcomes (Resultados Objetivo) : ¿Cómo definimos el ‘éxito’? ¿Cómo lo vamos a medir?…
- . Restrictions (Límites) : ¿Qué es lo que no queremos que la solución nos permita hacer? ¿Queremos restringir el uso de la solución a ciertas personas?…
- . Investment (Inversión) : ¿Con qué recursos contamos? ¿Qué otros recursos son necesarios? ¿Podemos/queremos invertir en esta solución? ¿De cuánto tiempo disponemos?…
3. ¿Cuál es, realmente, la pregunta?
En este paso generaremos una lista de preguntas que, de responderlas de la manera adecuada, solucionarían nuestro problema.
Utilizaremos la información de los dos pasos anteriores y decidiremos qué preguntas han de ser contestadas para conseguir nuestro ‘Futuro Objetivo’.
Dos preguntas tipo en este paso son: ¿Cómo podemos…? y ¿Cómo haremos para…?
Ejemplo
Vamos a pensar que nuestro ‘Futuro Objetivo’ es que nos suban el sueldo para el año que viene y disponer, de esta manera, de una calidad de vida algo mejor.
Una de las preguntas podría ser: ¿Cómo puedo obtener esa subida?, o podríamos plantearnos otras como: ¿Cómo puedo gastar menos para hacer más con mi salario actual? o ¿Cómo sería mi vida con la mitad de sueldo?
Esta lista puede llegar a ser muy larga. Si es así, elegiremos aquellas que consideremos más relevantes para resolver nuestro problema.
4. Generando Respuestas
En este paso respondemos a las preguntas generadas en el paso anterior.
Para poder obtener un mayor número de respuestas y de mayor calidad podemos utilizar de nuevo la Brainstorming o el Rolestorming.
Si necesitamos dar a nuestra creatividad un pequeño ‘empuje’, podemos recurrir a herramientas como las Entradas Aleatorias o la ‘Provocación’, que nos ayudarán en la tarea.
5. Construyendo la solución
Con las respuestas generadas en el punto cuatro, formaremos diferentes soluciones al problema. Esta solución ha de ser sólida, para que sea fiable, y definitiva en el tiempo. De cualquier otra manera será sólo un parche que sirva temporalmente.
Compararemos estas soluciones con los criterios definidos en el paso 2 como ‘éxito’ y escogeremos la solución que más se acerque a los mismos.
Al escoger la solución iremos un poco más lejos, sobre todo si nos enfrentamos a un problema complejo, preguntándonos. ¿Qué más podemos hacer para mejorar la idea? o ¿Podemos modificar la idea para hacerla todavía mejor?
Para ayudarnos en este paso podemos utilizar el Análisis por Matriz de Decisión(inglés).
6. Alineando los recursos
Una vez identificada la solución ideal, hemos de identificar los recursos necesarios para la implementación de la solución y gestionarlos de manera que el proceso sea lo más efectivo posible.
En proyectos pequeños debería ser suficiente con un Plan de Acción. Si el proyecto tiene un calado mayor necesitaríamos utilizar herramientas de gestión de proyectos más formales y estructuradas.
Conceptos Claves
Tim Hurson desarrolló este modelo y lo publicó en su libro ‘Piense Mejor’.
El modelo de Hurson proporciona una estructura lógica para la resolución creativa de problemas y puede ser utilizada de una forma individual o en grupo.
Hay seis pasos a seguir, los tres primeros se formulan como preguntas:
- 1. ¿Qué está ocurriendo?
- 2. ¿Cuál es nuestra definición de ‘éxito’?
- 3. ¿Cuál es, realmente, la pregunta?
- 4. Generando respuestas.
- 5. Construyendo la solución.
- 6. Alineando los recursos.
La ventaja principal de este modelo es que el pensamiento creativo y crítico está presente en cada paso, lo que proporciona una visión más global del problema a solucionar, aumentando nuestras posibilidades de ‘éxito’.